En la festividad de Santa Catalina de Siena, de 2021, el Papa Francisco expresó su deseo de que la "gran figura femenina de la fe" siguiera inspirando un testimonio más alegre y ferviente.

"El Santo Padre espera que, especialmente en el contexto del 560.º aniversario de la canonización de la santa sienesa, el ejemplo de una discípula de Cristo tan generosa fomente en todos un testimonio cada vez más alegre y ferviente de la fe y la caridad para promover la civilización del amor", escribió el Cardenal Pietro Parolin en un telegrama en nombre del Papa, publicado el 29 de abril de 2021.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

El Secretario de Estado del Vaticano envió el telegrama al Cardenal Augusto Paolo Lojudice, Arzobispo de Siena-Colle di Val d'Elsa-Montalcino, expresando los buenos deseos del Papa a los católicos de la arquidiócesis durante los tres días de celebración de la santa de su ciudad natal.

Santa Catalina de Siena es doctora de la Iglesia y copatrona de Europa. Desempeñó un papel fundamental para poner fin al exilio de los sucesores de Pedro en Aviñón en el siglo XIV.

¿Quién fue Santa Catalina de Siena?

Nacida en Siena en 1347, en la festividad de la Anunciación, de niña mostró un carácter excepcionalmente independiente y una vida de oración excepcionalmente intensa.

A los 7 años tuvo la primera de sus visiones místicas, en la que vio a Jesús rodeado de santos y sentado en la gloria. Ese mismo año juró consagrar su virginidad a Cristo.

Cuando, a los 16 años, sus padres decidieron que debía casarse, se cortó el pelo para ser menos atractiva, y su padre, al darse cuenta de que no podía con su determinación, la dejó hacer lo que quería.

Se unió a las terciarias dominicas y vivió una vida profunda y solitaria de oración y meditación durante los tres años siguientes, en los que tuvo constantes experiencias místicas, culminando este periodo con una unión extraordinaria con Dios, concedida solo a unos pocos místicos y conocida como «matrimonio místico».

Santa Catalina sufrió muchos períodos de desolación junto con sus éxtasis místicos, sintiéndose a menudo totalmente abandonada por Dios. También atendió a los enfermos, pobres y marginados, especialmente a los leprosos.

Su Diálogo, un clásico espiritual, recoge sus visiones que dictó en estado de éxtasis místico.

Dios la llamó a una vida más pública cuando aún tenía veintitantos años, y mantuvo correspondencia con muchas figuras influyentes, aconsejándolas, amonestándolas y exhortándolas a la santidad, incluido el propio Papa, a quien también reprendió cuando lo consideró oportuno.

Contribuyó a la paz cuando la Santa Sede y Florencia estaban en guerra. En su lecho de muerte, hizo posible la sanación del gran cisma entre los seguidores del Papa legítimo, Urbano VI, y quienes se oponían al Pontífice.

Santa Catalina de Siena murió en Roma el 29 de abril de 1380, a la edad de 33 años. Luego de su muerte aparecieron estigmas en su cuerpo incorrupto. Fue canonizada por el Papa Pío II el 29 de junio de 1461.

En una ocasión dijo: “Si eres lo que debes ser, incendiarás el mundo”.

Esta historia fue publicada por primera vez el 29 de abril de 2021 y ha sido actualizada.

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente por CNA.