Un grupo de pobres y sin techo, que malviven por las calles de Roma, esperarán el féretro del Papa Francisco en la escalinata de la Basílica de Santa María la Mayor, donde será sepultado tras recorrer 3 kilómetros desde la Basílica de San Pedro.
“Los pobres ocupan un lugar privilegiado en el corazón de Dios. Así también en el corazón y en el Magisterio del Santo Padre, que eligió el nombre de Francisco para no olvidarlos nunca”, destaca el comunicado publicado este jueves por el Vaticano.
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Por esta razón, señala que “un grupo de pobres y necesitados estará presente en la escalinata de acceso a la basílica papal de Santa María la Mayor para presentar sus últimos respetos al Papa Francisco antes de la inhumación del féretro”.
La basílica mariana permanecerá cerrada después del entierro y abrirá el domingo por la mañana para que los fieles puedan visitar la tumba del Pontífice argentino.
Por otro lado, el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, aseguró que el recorrido entre la Basílica de San Pedro y el templo mariano que acoge el icono de la Salus Populi Romani, a la que tanta veneración le tenía el Pontífice, estará vallado para permitir a los fieles que lo deseen seguir el cortejo antes de que sea enterrado. Aún no se ha informado qué tipo de vehículo transportará el ataúd.
Las cámaras de televisión podrán grabar este momento, pero la sepultura será un acto privado en el que no está prevista ninguna transmisión.
Bruni también indicó que a partir de mañana el ex predicador de la Casa Pontificia, el Cardenal Raniero Cantalamessa, y el abad de la Basílica de San Pablo, Mons. Donato Albiaria, dirigirán las meditaciones en las congregaciones generales, que son las reuniones de cardenales previas al cónclave.
El encuentro de hoy jueves duró tres horas, desde las 9:00 hasta las 12:00, y participaron 113 prelados —tanto los mayores de 80 años como los electores con derecho a voto en el cónclave—, y tras la oración inicial se procedió al juramento de los cardenales que no estuvieron en la reunión de ayer.
En total, fueron 34 los cardenales que tomaron la palabra y los temas discutidos ya no fueron sólo administrativos, sino que también dialogaron sobre cuestiones de “la Iglesia y el mundo”, explicó Bruni.
Otra novedad es que será el prefecto Dicasterio de la Fe, el Cardenal Víctor Fernandez, quien presidirá la Misa prevista para el sexto día de los llamados novendiali, en lugar del Cardenal Camarlengo, Kevin Farrell.
En tanto, continúa el gran número de personas que han llegado de todo el mundo para ingresar a la Basílica de San Pedro y dar su último adiós al Papa Francisco. En total, desde que abriera sus puertas este miércoles, más de 61.000 personas han saludado por última vez al Pontífice.