Los obispos de México expresaron su “profundo dolor y consternación” por la masacre atribuida al crimen organizado en la que fueron asesinados siete jóvenes, incluidos menores de edad, en la comunidad de San Bartolo de Berrios, en el estado mexicano de Guanajuato, durante la madrugada de este 19 de mayo. El crimen se cometió al final de una celebración organizada por la parroquia local.
En un comunicado, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) aseguró que los prelados se unen “al dolor de las familias que hoy lloran la pérdida de sus seres queridos y a la Arquidiócesis de León en cuyas tierras esta tragedia sucedió”.
“A todos ustedes les expresamos nuestra cercanía, oración y solidaridad. Que el Señor de la vida les conceda consuelo, esperanza y fortaleza en medio del sufrimiento”, expresó la CEM.
La masacre ocurrió en la plaza principal de la comunidad de San Bartolo de Berrios, en el municipio de San Felipe, a unas dos horas al noreste de la ciudad de León, la más poblada del estado de Guanajuato y sede de la Arquidiócesis de León.
El Gobierno Municipal de San Felipe informó en un comunicado que alrededor de las 2:36 a.m. (hora local), agentes policiales municipales llegaron a la plaza principal de la comunidad de San Bartolo de Berrios, tras recibir reportes “por detonaciones de arma de fuego”.
“Al llegar al lugar, se localizó una camioneta con daños y a las víctimas sin vida”, dijo, precisando que se trata de siete varones asesinados “con arma de fuego”.